domingo, 3 de julio de 2016

Es muy frecuente escuchar hablar acerca del progreso de nuestra sociedad, pero ¿En qué progresamos?¿Cómo progresamos?¿Para qué progresamos?


En mi postura personal de vida, solo existen dos certezas. La primera es que algún día voy a morir y la segunda es que nada permanecer constante, todo cambia. En la sociedad humana también el cambio es algo constante, algunas veces los cambios son evolutivos y otros parecieran francamente involutivo.
Partamos primero por entender el concepto de cambio. Según la RAE tiene varias acepciones “Dejar una cosa o situación para tomar otra” , “Convertir o mudar algo en otra cosa, ”Mudar o alterar su condición o apariencia física o moral”, entre otras. Por su parte progreso también según la RAE es la “Acción de ir hacia delante, avance , adelanto o perfeccionamiento” . Por lo tanto el objetivo de este blog es intentar dar una breve mirada para entender, como se las sociedades humanas se convierten y perfeccionan.  Aunque esto no siempre es así.
En muchas ocasiones las  sociedades humanas no se perfeccionan y desarrollan , también tienen etapas de decaimiento y destrucción de ellas mismas.
Si miramos históricamente el cambio y el progreso humano, nos daremos cuenta que muchas veces este progreso tiene que ver con los niveles de productividad material. En la sociedad primitiva humana, el primer progreso fue el desarrollo de elementos par la caza y la pesca, por parte del primitivo ser recolector y cazador, para luego venir el cambio. La posibilidad de producir con el fruto del trabajo, logró la estabilidad de las primeras  tribus que dejaron de ser nómades y se dedicaron a la agricultura .
“... para producir, los hombres contraen determinados vínculos y relaciones sociales, y sólo a través de ellos es como se relacionan con la naturaleza y como se efectúa la producción... Las relaciones sociales en que los individuos producen, las relaciones sociales de producción, cambian, por tanto, se transforman, al cambiar y desarrollarse los medios materiales de producción, las fuerzas productivas” C. Marx, Trabajo asalariado y Capital
Como el desarrollo agrícola requería de cierto nivel de investigación se empezaron a separar los que se dedicaban a tiempo completo a la tierra y los que dedicaban parte de su tiempo a pensar y observar para mejorar la producción. Surge así la diferencia entre el trabajo físico y el intelectual.  Un nuevo desarrollo vino de la mano de la acumulación de riquezas y las guerras entre tribu, las más fuertes sometiendo a la más débiles y así se creo la esclavitud, la que trajo grandes avances en el desarrollo humano a muy bajo costo para los  esclavistas.  Así creció la sociedad egipcia, los griegos y los Romanos. Par finalmente instaurarse las monarquías y el feudalismo. La decadencia de estas sociedades trajo la rebelión de las clases sociales, con la consigna de libertad, igualdad y fraternidad en la revolución francesa.  El desarrollo de la industrialización y la mecanización trajo nuevos avances y nuevas formas ocultas de esclavitud.  Nace así el hombre asalariado. Hombres libres y sin medios de producción que sólo pueden subsistir vendiendo su capacidad para trabajar -su fuerza de trabajo- a cambio de un salario, a quienes tenga los medios de producción.
¿Esto es el desarrollo humano? Como sociedad, hemos logrado salir adelante con nuevos avances tecnológicos, que hoy permiten una “aldea global” donde las comunicaciones (malamente entendidas como emisor receptor mensaje) pueden llegar en milésimas de segundos a cualquier parte del planeta.
Pero, ¿hemos progresado realmente?
El desarrollo humano es más que el desarrollo de la producción y de la tecnología, es el desarrollo integro de la persona. De sus valores, de sus principios, de la ética y la moral, de un mundo más espiritual y más comprometido con el ser humano como tal.  El cambio y el progreso de la sociedad humana es la posibilidad , precisamente, de ser una sociedad , más humana, menos esclava del materialismo y de los sistemas sociales imperantes.   
Tú has sido llamados a contribuir desde tus propias posibilidades al desarrollo, de una sociedad más libre igualitaria y fraterna, lo importante es hacer cargo de esta invitación.
J.J. Irigoyen
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